Matthias Stelzmüller, antiguo profesional de las pistas cortas y atleta de Jockey, viaja por el mundo sobre sus patines en línea con su proyecto "Skate the World". Skate the World" consiste en experimentar ciudades y países desde muchos ángulos, conocer mejor otras culturas y combinarlo todo con el deporte. Hoy, el trotamundos vienés presenta cinco destinos que le atraen especialmente sobre patines en línea. Probablemente no esperes ver uno o dos de ellos, pero las ciudades exóticas y aventureras ocupan un lugar destacado en su lista.
Sólo si viajas despacio puede el alma viajar contigo. Los nativos americanos ya lo sabían. Si pensaban en una vienesa en patines en línea es algo discutible.
Sin embargo, sólo puede salir de ello una buena historia.
Ho Chi Minh y Hanoi - Vietnam
Casi ningún país me ha resultado más divertido sobre patines que Vietnam. Especialmente el contraste entre el norte comunista y el sur occidental me ha hecho seguir adelante. Da la sensación de que aquí no hay un solo lugar en las calles sin ciclomotores conduciendo caóticamente. Los semáforos son una decoración en el mejor de los casos, y aun así el tráfico fluye porque la gente es considerada con los demás. En ninguna otra ciudad me han pedido tan a menudo que simplemente me enganche al ciclomotor y deje que me arrastre.
Sólo hay que dejar el café con huevo... en este caso, la arrogancia de intentarlo todo me dejó fuera de combate durante dos días.
Singapur
Escupir chicle en la calle o tirar basura se castiga aquí con severidad y, sobre todo, muy caro. Antes de llegar a Singapur, ni siquiera sabía si los patines en línea estaban permitidos en la ciudad. Nada más lejos de la realidad: a través de un foro de Internet donde se pueden encontrar actividades en Singapur, di con un grupo que se reúne una vez a la semana para patinar juntos por la ciudad. Desgraciadamente, sólo iba a estar allí dos días, así que publiqué un post en el foro y tres entusiastas patinadores en línea se pusieron inmediatamente en contacto conmigo para enseñarme su Singapur en patines. 40 kilómetros y unas horas más tarde, patiné en lugares que nunca creí posibles. Por ejemplo, a medianoche por la universidad, donde había grupos de teatro y deportes ensayando en los pasillos.
Riga - Letonia
Tengo recuerdos especiales de Letonia porque viví allí cerca de un año para entrenar con el equipo nacional letón de pista corta. Riga es una ciudad increíblemente bonita para explorar sobre patines. Salvo por algunas calles adoquinadas del centro, no tienes ningún problema para moverte. La arquitectura soviética en particular siempre me ha impresionado. No hay que perderse la antigua Academia de Ciencias y el Monumento a la Victoria Soviética, y para los fanáticos de la aviación como yo, es imprescindible visitar el Museo de la Aviación, cerca del aeropuerto.
"Sólo se ha estado realmente donde se ha estado a pie". - Johann Wolfgang v. G.
Addis Abeba - Etiopía
Dos veces he tenido el honor de explorar la capital, Addis Abeba, por encargo de Ethiopian Airlines y Traveller. Da la sensación de que una nueva aventura aguarda a la vuelta de cada esquina. Las carreteras son al menos bastante buenas en la mayor parte de la ciudad y el tráfico es duro, lo que suele ser una ventaja para sortear los atascos. Cerca del palacio Menelik hay una carretera ancha y, sobre todo, maravillosamente inclinada que se puede patinar al estilo downhill. Es divertido, pero en mi caso provocó un incidente con los militares. Resumiendo: cuando soldados con AK47 corren hacia ti en África, mantén la calma y detente. Te contaré la historia larga en otro momento ;)
Berlín - Alemania
Me habría encantado volver a volar a Berlín-Tegel. Pero esta vez sólo con mis patines, porque casi ninguna otra ciudad se puede explorar tan bien directamente desde el aeropuerto como Berlín. Con suficiente energía, se podían visitar fácilmente los monumentos más famosos con una escala de un día. Lamentablemente, esto ya no es posible desde el nuevo aeropuerto, pero Berlín sigue mereciendo absolutamente un viaje en patines. En principio, todo está bastante cerca y las calles son más que aptas para patinar. Un viaje a la pista del antiguo aeropuerto central es imprescindible.
Mis conclusiones
El objetivo de mis patines es conocer los lugares más bonitos o a veces no tan bonitos, entrar en contacto con otras culturas y personas, hacer amigos y hacer ejercicio en el proceso; y si eso no es suficiente, pues simplemente porque me hace más feliz que cualquier otra cosa. Patinar en un lugar donde casi nadie lo hubiera pensado y donde hace 35 grados y puedes sudar todas tus preocupaciones.
No importa dónde haya patinado hasta ahora en el mundo, pero especialmente en Asia y África: siempre me han tocado el claxon. Hasta donde yo sé -y el pulgar hacia arriba no es una obscenidad en los países en los que he estado-, los bocinazos eran siempre una señal de aprobación, aunque la mayoría de la gente no supiera calibrar de qué se trataba. El espíritu positivo siempre estaba presente. Hasta ahora, mi experiencia ha sido casi exclusivamente positiva. Sobre todo, me alegro de haber visto viajando cómo es vivir en otros países y cómo se las apañan otras personas con sus vidas, de modo que también puedo apreciar mucho más lo que aquí en Austria damos por sentado. Tenemos que tener mucho cuidado con los privilegios que encontramos aquí. Creo que están desapareciendo más rápido de lo que nos gustaría como sociedad que se siente bien.
¿Creo que Skate the World puede cambiar el mundo? No tengo ni idea, pero cambia mi mundo, y creo que cambia un poco el mundo de los que conozco y con los que me relaciono. Lo más importante que he aprendido a través del deporte: Ir por el mundo con los ojos abiertos. Sé educado pero crítico, porque el respeto siempre hay que ganárselo. Da lo que tienes para conseguir tus objetivos y cuestiona siempre el sentido de los mismos. El deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Yo creo en ello.
